Nuestras culturas: el colectivo que abraza la diversidad cultural y hace comunidad
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Nuestras culturas: el colectivo que abraza la diversidad cultural y hace comunidad
Por Luis Fernando González
El ITESO siempre se ha caracterizado por la participación activa de sus estudiantes y las iniciativas que estos tienen para crear espacios abiertos a quienes comparten intereses comunes. Uno de esos estos espacios es el colectivo Nuestras Culturas (Nucu), cuyos integrantes han manifestado una gran capacidad de resiliencia y siempre se han mostrado orgullosos de su tradiciones, lenguas y culturas de origen.
Este colectivo, anteriormente conocido como Universidad Solidaria (Unisol), tuvo su origen como parte de un programa de becas que la universidad creó con el objetivo de brindar espacios y oportunidades académicas a jóvenes de comunidades externas a la ZMG, en contextos rurales o de origen indígena. Comenzó siendo parte del Centro Universitario Ignaciano (CUI), coordinado por Juan Nepomuceno. Sin embargo, tiempo después se realizó su transición al Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles (C-Juven), en donde tuvo un cambio de administración.
En otoño de 2018, los alumnos que formaban parte de Unisol notaron ciertas señales de que el colectivo estaba perdiendo fuerza, como poca asistencia a las reuniones y falta de participación en general. "Hubo un momento en el que se sintió un desligue entre los alumnos y los encargados del grupo", comenta Itzel Hernández López, alumna de Psicología e integrante del colectivo.
Además, compartió que en ocasiones existieron dificultades para que los integrantes asistieran a las juntas debido a responsabilidades externas, ya que algunos tienen trabajos además de sus deberes universitarios. "Los horarios se cambiaron", añade, "además de juntarnos a comer entre semana, un sábado de cada mes nos solíamos reunir para temas del colectivo, pero después se quitó ese espacio". Eso los llevó a sentir una gran incertidumbre si debían seguir reuniéndose en dicho horario o ya no, lo cual fomentó que se empezara a disolver el colectivo.
Sin embargo, ellos se dieron cuenta de que no podían dejar el grupo apagarse y decidieron tomar la iniciativa de reorganizarlo. "Hubieron procesos personales de reflexión en cada uno de nosotros para reafirmar que era necesario el espacio y que ahora estamos recuperando" explica Luis ángel Oseguera, estudiante de Gestión Cultural y miembro de Unisol desde su primer semestre en la universidad.
En el periodo de otoño 2019 se da la transición formal donde el colectivo se vuelve independiente de algún departamento de ITESO, pero siendo integrado por los alumnos de manera voluntaria. "Creamos un espacio autónomo con la colaboración de los estudiantes indígenas y rurales que integran el colectivo" explica Luis Ángel, "Resentíamos la necesidad del espacio, por eso surgió la idea de lanzarlo otra vez".
Para lograrlo, se nombraron a dos personas encargadas del proceso de cambio, Waritsi López y Avicena de la Cruz, quienes fungieron como representantes al momento de registrar el colectivo ante el ITESO. "Fue una decisión muy difícil de tomar, formar un nuevo colectivo", comparte Waritsi, "pero se había vuelto muy frágil, se buscó hacer porque era necesario".
Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, los alumnos pudieron retomar el objetivo del grupo de brindar un espacio de confianza a los estudiantes de ITESO que provienen de comunidades indígenas y rurales. Ahora, reconstituidos como Nucu, se han planteado como objetivos a lograr en el futuro, el acompañamiento interno a los alumnos, el fortalecimiento de la identidad que cada uno tiene de su comunidad, visibilizar a los estudiantes indígenas que están en ITESO, y exponer las problemáticas sociales que existen en nuestro contexto hablando del racismo y la discriminación, las cuales llegan a ser no tan evidentes, pero aun así existen.
Si bien como nuevo colectivo tienen poco tiempo de formación, los miembros de Nucu ya tienen un logro muy importante en su haber: la realización del altar de muertos ganador del primer lugar en la categoría "libre" del concurso realizado por ITESO en el marco del Festival Cultural Universitario, en otoño 2019. Este altar, resultado de la colaboración de todos los integrantes del grupo, se caracterizó por lograr visibilizar seis de las culturas que convergen en la universidad: mixteca, zapoteca, tzotzil, wixárika, afromexicano y nayeri.
El altar incluyó ropa tzotzil, mixteca, nayeri y wixárika, así como fotos de familiares de los participantes y la presencia de esferas de algodón que representan a las almas de los difuntos, entre otros elementos que cada integrante del colectivo decidió agregar, en honor a sus antepasados y a las tradiciones de sus culturas. "Fue muy enriquecedor, porque no solo fue un altar con motivo del Día de muertos, sino que también había mucho significado de diferentes culturas y la forma en que se festejan en cada comunidad" añadió Waritsi.
Además, no solo fue el hecho de montar el altar, sino que también sirvió como espacio de convivencia, compartir y generar comunidad entre los jóvenes del colectivo. "Me gustó mucho que cuando terminamos el altar y alguien trajo mole y todos comimos como familia, como comunidad", comparte Itzel sobre su experiencia ese día, "en el ITESO hay esa oportunidad de encontrarte una comunidad bien chida".
Marcelo Aguilar, estudiante de derecho y quien también es un integrante activo de Nucu, agregó: "Sirvió para visibilizar nuestras culturas, identificarnos a nosotros mismos y darnos a conocer dentro de la institución".
Sin duda los estudiantes de Nucu tienen mucho potencial para lograr los objetivos que se han planteado, y con la colaboración activa de quienes lo conforman podrán añadir más cosas a su lista de logros por terminar en semestres posteriores.
Puedes conocer más información de este colectivo en su página de Facebook: https://www.facebook.com/unisoliteso/