Por lo menos hacemos tres veces al día una decisión política de qué comer
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"Por lo menos hacemos tres veces al día una decisión política de qué comer"
Por: Graciela Larios
1 de diembre de 2016
"¿De quién es la preocupación de comer sano, de los consumidores o de los agricultores? Aquí empezamos al revés, como todo en México", fue uno de los planteamientos que dio Jaime Morales, académico del Centro de Investigación y Formación Social, en el diálogo entre Redes Agroalimentarias. La intención de abrir este diálogo con personas ejemplares respecto al tema fue mostrar iniciativas de relación campo-ciudad, específicamente con la alimentación.
"Iniciamos con un mercado en Ajijic, pero los mercados han caído, porque empiezan con buen fundamento, después van cambiando, los organizadores quieren ganar dinero a base de nosotros y se cuelgan de los que trabajamos orgánicamente, para meter a sus amigos", comentó José Antonio Inciso, agricultor de Santa Cruz de la Soledad, municipio de Chapala, quien mencionó las diversas dificultades que viven los productores, entre las cuales se encuentra la rápida urbanización de los espacios rurales.
Un ejemplo de consumo responsable es la Cooperativa de Consumo la Milpa que tiene alrededor de tres años trabajando con productores en la compra de sus alimentos a precios justos. "Se supone que deberíamos ser los primeros en interesarnos qué comemos (los consumidores). Por lo menos hacemos tres veces al día una decisión política de qué comer", dijo Paulo Orozco integrante de las 28 familias que pertenecen a esta cooperativa. Este grupo de personas garantiza la compra de alimento agroecológico visitando los espacios donde se producen.
"Hay 5,000 tipos de papa y sólo se cultivan 3, este cultivo esta monopensado", explicó Víctor Flores miembro de la Feria de Productores, quien agregó que las grandes cadenas de supermercados se enfocan en escasas variedades de alimentos, además que es adonde se dirigen los recursos del gobierno. No obstante, ante este panorama en la Feria buscan alternativas, "estamos tratando de vincular productores y conocer lo que necesita el mercado", concluyó Flores.
Por otro lado, en la Cooperativa la Yunta, los productores están convencidos de que la gente de la ciudad necesita comida sana y al vender sus productos hablan con las personas para explicarles los riesgos de los alimentos que consumen comúnmente."Con números resulta que estos productores están pagando para que la ciudad tenga alimentos sanos, están en números rojos", enfatizó Oscar Muñóz, asesor de esta organización.
"Detrás de los alimentos hay movimiento social, cada vez está más claro que ni el estado ni el mercado son capaces de garantizar algo tan elemental como es la alimentación", puntualizó Jaime Morales, por ello es el trabajo de ciudadanas y ciudadanos tomar esta problemática en nuestras manos.